bienvenido

bienvenido

lunes, 13 de diciembre de 2010

El Gran Hermano te vigila.


Es imperdonable asociar el personaje de la genial novela de Orwell con el título del popular programa de telebasura.
Bajo el pretexto de ser un experimento sociológico, un grupo de “ciudadanos de a pie” encerrados en un espacio común son observados de forma anónima por millones de ojos que escudriñan todos sus movimientos. El morbo esta servido.
Nada tiene esto que ver con Winston Smith, protagonista de 1984. Su mísera vida tiene como único objetivo liberarse de la tiranía del Gran Hermano y del Partido Interior que intentan controlar sus actos y su pensamiento. En su mundo, el Sistema fagocita al individuo. Lo uniforma, lo tutela y lo controla “por su propio bien”, reservando la habitación numero 101 para aquel que comete el mayor pecado del mundo: pensar por si mismo.
Al igual que otros autores Orwell critica inteligentemente los sistemas totalitarios y nos advierte de las terribles consecuencias que, para el individuo, acarrea el excesivo control y regulación por parte del Estado.

Pero mientras estas obras duermen en las estanterías, millones de mentes se acoplan diariamente al programa televisivo que ya va por la doceava temporada. Mediante la telepantalla el Sistema interfiere el tiempo libre del individuo, controla sus actos, les induce lo que deben pensar y a quién deben odiar… les entretiene. Se preocupa de narcotizarlos con el ocio fácil para que no busquen en las estanterías formas de librepensamiento que permitan la crítica a los miembros del “Partido Interior”.

De vez en cuando alguien despierta y se pregunta: ¿Quién es el observado?
Cuando esto sucede, la sociedad rápidamente lo envía a la habitación 101.